domingo, 10 de julio de 2011

Un pequeño gran enigma sin resolver


Por D. Samara Gallegos Romero

Anticitera (también escrito como Antiquitera) es una isla griega situada al Sur del Peloponeso y al Noroeste de la isla de Creta. Anticitera es una isla hermosa y tranquila del mediterráneo famosa por los espléndidos avistamientos de eclipses. Pero lo especial de Anticitera y de una maravilla extraordinaria es que durante siglos guardo entre sus aguas cercanas un mecanismo planetario de alto nivel astronómico.

En el año de 1900 entre la isla de Creta y Anticitera se hallaron los restos de la carga de un barco que naufrago por al año de 65 A.C. Entre los restos se halló un trozo de roca en cuyo interior había un engranaje. En un principio se pensó que era uno de los primeros relojes mecanizados de la historia, sin embargo se trataba de un hallazgo mucho más importante, pues se trataba de un artefacto altamente sofisticado encontrado nunca desde la antigüedad hasta la Edad Media, que incorporaba avances tecnológicos que los que no se supo sino hasta el siglo XVI.

La máquina de Anticitera es uno de los primeros mecanismos de engranes conocidos, y se cree se diseño para seguir el movimiento de los cuerpos celestes. Después de varias reconstrucciones realizadas en laboratorio, se llego a la conclusión por medio de estudios de rayos X que se trataba de un mecanismo basado en engranes diferenciales, lo cual resultó sorprendente dado que los primeros casos de estos mecanismos hasta antes de su descubrimiento se ubicaban en el siglo XVI.

De acuerdo con los estudios iníciales llevados a cabo por el historiador Derek J. de Solla Price (1922-1983), el dispositivo era una computadora astronómica capaz de predecir las posiciones del Sol y de la Luna en el zodíaco, aunque estudios posteriores creen que el dispositivo era lo bastante más “inteligente”.

Sin embargo, se sospecha que parte del mecanismo se pudo haber perdido, y los engranes adicionales podrían haber representado los movimientos de los otros tres planetas conocidos en la época: Marte, Júpiter y Saturno. Es decir, habría predicho con una exactitud casi perfecta las posiciones de todos los cuerpos celestes hasta ese entonces conocidos.

Un equipo internacional de científicos de las universidades de Cardiff (Gales, Gran Bretaña), Atenas y Tesalónica (Grecia), en colaboración con el Museo Arqueológico de Atenas y la Institución Cultural del Banco de Grecia, usando técnicas desarrolladas por Hewlett-Packard y X-tex para el estudio del mecanismo de Anticitera, desarrollaron los instrumentos para obtener fotografías en 3D basándose en tomografía computarizada de alta resolución. El resultado fue una calculadora astronómica que podía predecir la posición del Sol y la Luna en su travesía por el cielo. El artefacto mostraba las fases de la Luna en cada mes basado en el modelo de Hiparco.

El mecanismo planetario de Anticitera  tiene dos escalas en espiral que cubren el ciclo Calípico (cuatro ciclos Metónicos, 4x19 años) y el ciclo de Exeligmos (3 ciclos de Saros, 3x18 años), prediciendo los eclipses de Sol y Luna. Sin embargo el mecanismo es más sofisticado de lo que se creía con un elevado nivel científico en su diseño. Para ubicar la edad del mecanismo de Anticitera se basó en un estudio de las letras que pueden leerse en él y se estableció su construcción entre los años 150 y 100 A.C., más antiguo de lo que se estimaba. Se cree que su diseño fue desarrollado por Hiparco.

En julio de 2008 se publicó en la revista Nature que el mecanismo servía para fijar con exactitud la celebración de los juegos olímpicos en la antigüedad. El interior del artefacto tiene una inscripción que indica Nemea (en referencia a uno de los juegos más importantes, los cuales iniciaron en el año de 776 A.C.), y Olimpia. Se estima que con los diales del mecanismo de Anticitera se fijaba con precisión la última Luna llena más próxima al solsticio de verano cada cuatro años, fecha en la que se iniciaban los juegos olímpicos.

En 2010, el grupo de investigadores de Tacoma-Quilmes, integrado por James Evans y Alan Thorndike de la Universidad de Puget Sound (Tacoma, EUA) y Christian C. Carman de la Universidad Nacional de Quilmes realizaron importantes contribuciones, y propusieron una novedosa forma en que pudieron haberse mostrado los movimientos planetarios. Ellos creen que el mecanismo no mostraría a los planetas en el zodíaco, sino en ciertos eventos importantes para los astrónomos, como el comienzo o fin de una retrogradación planetaria, la ocultación planetaria y estelar, eclipses, etc.

Hasta ahora, dado lo enigmático del mecanismo planetario de Anticitera no falta la teoría de un origen extraterrestre. Sin embargo, los estudios sobre la Edad Clásica muestran un gran y desarrollado nivel científico de los griegos por lo que las teorías extraterrestres quedan invalidadas. Muy probablemente la documentación sobre estos desarrollos astronómicos y mecánicos fue destruida en la quema de la biblioteca de Alejandría por las tropas de Julio César en 48 A.C.

Ver video documental:
http://www.youtube.com/watch?v=Pmyagx-Sa-U&feature=related

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