lunes, 7 de febrero de 2011

¿ES NECESARIO GATEAR?

Padres y pediatras coninciden en que los bebés deben gatear antes de caminar. Gatear también se ha considerado requisito previo en la progresión normal de otros aspectos del desarollo neuromuscular y neurológico, como la coordinación óculo manual y la maduración social. Pero investigaciones recientes ponen en tela de jucio esta creencia común.
Según el antropólogo David Tracer, de la Universidad de Boulder en Colorado, los bebés de los au, cazadores recolectores de Papua Nueva Guinea, no pasan por el estadio de gateo. Sus padres y otros cuidadores los llevan en brazos hasta que son capaces de caminar. Aun así, no parece que saltarse esta fase tenga efectos negativos en esos niños. De hecho, no gatear podría ser normal e incluso adaptativo.
Mediante la observación de 113 parejas de madres e hijos au, Tracer descubrió que hasta los 12 meses se transportaba a los bebés erquidos en portabebés el 86 por ciento del tiempo. En las raras ocaciones en que las madres dejaban al hijo en el suelo, lo colocaban sentado, no tumbado boca abajo. Los niños au paran todo el tiempo erguidos y, como consecuencia, nunca aprenden a gatear. (Sin embargo, pasan por una fase de impulsion en la que desde la posición de sentados se impulsan con las nalgas hacia adelante. Los au creen que esta propulsión, más que el gateo, constituye una fase humana previa a caminar).
Los au no son los únicos que evitan que sus hijos gateen. A los bebés de muchas otras sociedades tradicionales (algunas de ellas en Paraguay, Malí e Indonesia) se los cría de la misma manera. Más aún, ninguno de nuestros parientes vivos más cercanos, los chimpancés y los gorilas, dejan a sus hijos en el suelo muy a menudo. Así pues, bien podría ser que nuestros ancestros homínidos tempranos transportaran en brazos a sus hijos en vez de dejarlos gatear.
Un investigación sobre niños de Bangladesh mostraba que gatear aumenta de forma notable el riesgo de contraer diarrea. Tracer propone que llevar a los bebés en brazos reduce su exposición a los patógenos del suelo; también los protege de los predadores. El estadio de gateo, sería, por tanto, un invento reciente, que habría surgido hace sólo uno o dos siglos, después de que los humanos empezaran a vivir en casas elevadas provistas de suelos revestidos, más higiénicos.
Wenda Trevathan, antropóloga de la Universidad Estatal de Nuevo México, coincide en que probablemente en el pasado a los niños casi no se les dejaba en el suelo. Y añade otro peligro: las brasas. Según Trevathan, el trabajo de Tracer destaca lo limitado de nuestra visión del desarrollo normal del niño y cuestiona la tendencia a juzgar a todos los bebés humanos según el estándar de los occidentales.

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